El juzgado Social 1 de Figueres ha dado a conocer la sentencia sobre el juicio del 28 de octubre, en la que da por probados varios hechos que negaba rotundamente la Patronal: un mínimo de un año y medio de trabajo de la compañera de CNT en el «Restaurant l’Olivar d’en Norat», la denegación de permiso de residencia causada por la falta de contrato ni pago de impuestos de la Patronal, que despidieron a la trabajadora en 2013, y la deuda de los pocos meses que legalmente se podían reclamar.

Unos cuantos años después de residir en la clandestinidad para ser explotada de forma más que abusiva por la Patronal de los Sres. Espelt, la compañera de CNT ve que la administración le abre la via para tener un permiso de residencia, lo que le puede mejorar las oportunidades de tener un trabajo más normal. Aún así, sabemos de primera mano que el grupo de empresas vitivinícolas y tambien dedicadas a la aceituna y a la restauración practica habitualmente esta forma de explotación sin papeles en todos los ramos, para no tener que dar trabajadores y trabajadoras con sus derechos.

Con la demanda que la trabajadora puso el 26 de julio del 2013 sólo se le admitía reclamar hasta un año de antigüedad en salarios, con lo que en este momento son 6.664,39 euros los que el Estado ordena pagar a la empresaria del restaurante. De esta manera, en caso que la Patronal se avenga a pagar esta parte de sus obligaciones, el conflicto sigue por los 42.563,18 euros restantes.

Aparte de la via sindical, CNT-AIT está estudiando la presentación de una acusación particular dentro del proceso que ha iniciado el juzgado por la falsedad de un testigo de la empresa. No sólo eso, sinó tambien las pertinentes denuncias a Inspección de Trabajo por falta de contratos ni cotizaciones a la Seguridad Social.